El 7 de mayo a las 19:30h, en la Sala Sinfónica del Auditorio Nacional de Música de Madrid, podremos disfrutar otro gran concierto dentro de la Temporada Excelentia «Grandes Clásicos» 2023/24.
Este será el programa completo:
Mendelssohn: Obertura Trompeta en do mayor, op. 101
Mendelssohn: Salmo núm. 42, op. 42
Beethoven: Sinfonía núm. 9 ‘Coral’ en re menor, op.125
Hoy nos detenemos en la primera obra del concierto.
Mendelssohn
Obertura en do mayor ‘Para trompeta’, op. 101
La Obertura en do mayor fue compuesta por Felix Mendelssohn-Bartholdy (Hamburgo 1809-Leipzig 1847) en 1826, cuando aún no era más que un adolescente de apenas 17 años, aunque incluso la inició en 1825. Como fruto de esa tempranísima edad cabe interpretar el optimismo que destila, su felicidad no disimulada, su vibrante energía, pues en ella todo es brío y resolución. Se publicó póstumamente en 1867. En vida solo publicó cuatro oberturas, pero muchas otras, como esta, se interpretaban frecuentemente. Por fortuna, conservamos el autógrafo mendelssohniano en la Biblioteca Nacional de París.
No obstante, hoy conocemos en realidad la versión ampliamente revisada que hizo Mendelssohn en 1833, que tenía en mente conciertos próximos en Düsseldorf y en Londres, pero en ambas versiones se observa el dominio magistral de los dos temas esenciales.
Y es que no podemos dudar de la brillante precocidad del autor, pues esta obra es justo la que compuso con anterioridad a la obertura de El sueño de una noche de verano op. 21, compuesta entre julio y agosto de 1826 e incorporada en 1842 a la música incidental del mismo nombre, op. 61. Para algunos, la Obertura en do mayor ‘Para trompeta’ es una especie de preliminar para la otra célebre obertura, sin dudar de su independencia.
A pesar de la fanfarria de metales, se desconoce por qué esta obra escrita para 2 flautas, 2 oboes, 2 clarinetes, 2 fagotes, 2 trompas, 2 trompetas, 3 trombones, timbales y cuerdas se conoce como la Obertura para trompeta u Obertura de la trompeta, cuando no tiene un papel preponderante este instrumento —algunos creen entender que las trompetas señalan las divisiones de la obertura—, si bien parece que procede de algunas referencias de la familia del compositor, pues esta era la pieza favorita de su padre.
Imprescindible para:
- Conocer los inicios ya tempranamente deslumbrantes en la composición de Mendelssohn.
- Administrarse en directo una desbordante dosis de euforia musical.
- Experimentar la fuerza de metal para la exaltación arrebatada.